Pestañas

30 de junio de 2014

Capítulo 4; De compras

Capítulo 4
De compras

-¡Esto es para usted!- Dice, pero con la cabeza gacha y los ojos cerrados.

Yo tomo la caja y la abro. Oh...

Una pequeña pluma de escribir reposa en la caja, envuelta en fino terciopelo rojo. Huele a antiguo, aunque está deslumbrante. Y lo que llama la atención es que está hecha de cristal.


Era de mi madre... –Así que es huérfana...- Sandra, mi tía, me lo dio hace tiempo, pero no sé ni dibujar ni escribir, por lo que no la voy a utilizar.- Oh, no querrá...

-No, no puedo aceptarlo, pequeña- Digo, alarmada. ¿Cómo voy a aceptar algo así? Yo no tengo nada que perteneciera a mis padres, y si lo tuviera, sería algo muy importante para mí. –Esto te pertenece.- La desilusión aparece en su cara. Oh, no, no, no, no, no, por favor...

-Pe, pero...- Oh, por favor, que no llore... Doy un suspiro.

-¿Por qué me lo quieres dar?- Le pregunto. No lo llego a entender.

-Porque... Usted... Sara, usted es lo que yo querría ser. Puede viajar por el mundo, es libre, y dibuja de una manera maravillosa... Yo nunca saldré de este lugar, y ni siquiera sé escribir. Usted le dará mucho más uso que yo y... y...-

-Pequeña...- No lo resisto... le acaricio la cabeza cariñosamente.

Y entonces ocurre. Se quiebra delante de mí. Empieza a llorar. ¡Mierda! No por favor, no lo soporto. La atraigo a mis brazos y la acuno de una forma suave. Ella esconde su cabeza en mi cuello y también me abraza.

-No quiero que te olvides de mí- Susurra- Yo... Yo...

-¡Ane!- El bigotudo al ataque. Escondo mis sentimientos y lo miro con cara de póker. –Lo siento. Ane, ¡Ven o...!

-No. Déjela- Digo cortante y firmemente. El bigotudo cierra la boca. Pero no podemos seguir así. Acariciándole la cabeza, la aparto. Le paso un pañuelo de usar y tirar de mi bolsa y le limpio la cara. El bigotudo mira impasible. Pero cuando termino, suelta un suspiro y empieza a hablar.

-Vino del área 12 hace medio año. Su abuelo murió y la trajimos aquí. Los niños... bueno, ellos se meten con ella por ser huérfana. No podemos darle nada mejor y tiene que trabajar aquí.-

La miro y, por un momento, me veo reflejada en ella. Si yo me hubiera tenido que quedar en casa, probablemente habría querido que alguien continuase por mí. Aunque claro, si no me hubiera ido de casa, probablemente... no, prefiero no pensarlo.

-No tiene a nadie con quién estar, y bueno...- continua el hombre

-Yo...- Ane nos sorprende, empezando a hablar-  yo quiero dártelo, de verdad, quiero...- Se le quiebra la voz.

Nunca habría imaginado algo así. Nunca. ¿Por qué quiere dármelo?

Y entonces lo veo claro. Vino hace poco, y no tiene amigos. Si todos se meten con ella, probablemente yo haya sido la primera persona que se porta decente con ella. Le gustaría viajar, pero no puede irse. Y quiere dármelo para que me acuerde de ella.

Porque soy su amiga. Algo que yo no he tenido desde hace años.

-Está bien- Digo, me agacho y le cojo las manos- me la llevaré, nunca me separaré de la pluma, y nunca me olvidaré de ti. –le acaricio la cara suavemente, quitando los restos de las lágrimas que volvían a aparecer- Porque somos amigas. ¿Verdad? Y eso es lo que hacen las amigas.

Ella asiente. Se queda pensativa, y me mira algo insegura.

-Podremos... ¿Nos volveremos a ver?- Me pregunta dudosa.

-Estate segura de ello.- Le digo sin titubear. No sé si será cierto, pero prometo que algún día, no sé bien cuando, nos volveremos a ver. Y entonces, recuerdo algo que solía hacer mi madre.

Levanto la mano en puño, alzo el meñique y digo – ¿Promesa por el meñique?- Ane al principio me mira sorprendida. Pero enseguida muestra su gran sonrisa, a la que le falta un diente, y dice entusiasmadamente:

-¡Promesa!- Coge la caja que contiene la pluma y me la da. Yo la tomo y la guardo en mi bolsa, que está algo llena por los champuses robados. Le sonrío, y miro al bigotudo. No es tan malo como parece, así que, ya que me encuentro de buen humor, le sonrío también, y él me devuelve una sonrisa que hace que las arrugas de su cara se le marquen.

Miro detrás de él, y veo a Sandra limpiándose los ojos. ¿Desde cuándo estaba allí? Le dedico una sonrisa, (vaya, hoy si qué estoy risueña) y, frotando por última vez la cabeza de Ane, me giro y salgo de la posada.

Vaya, al final la chabola ha sido un lugar interesante.

Pero, a medida que me alejo, la realidad golpea mi cara. Quizá ese sitio esté bien, pero en este 
pueblo hay un cabrón que maltrata a su esposa. Y eso no me gusta. Mi sonrisa abandona rápidamente mi cara, y vuelvo a adoptar la pose que me caracteriza.

Altiva. Segura. Fría. Firme.

Sigo andando por las plazas. Aun es pronto. El sol apenas ha salido del horizonte, y, aún así, las calles ya se están llenando y los negocios se están abriendo. Hay veces en las que me gustaría saber cómo funciona el sistema horario, pero luego lo pienso mejor. Sé cuando sale el sol, sé cuando se pone. No necesito más. Y no tengo a nadie que me enseñe.

Estoy en la plaza central, que aunque no hay demasiada gente, tampoco hay poca. Voy a un puesto de belleza y maquillaje y empiezo a negociar. Digo que los champuses que le muestro pertenecieron a un Señor, un Lord del que antes era sirvienta. Que por eso están usados. Le meto una historia de que es un champú capaz de dejar la piel muy suave, que dura días y con tan solo una aplicación a la semana. El tipo se lo cree y me paga tres veces más de lo que debería valer.  Dos monedas de plata, y cuatro de bronce. Las guardo y me doy la vuelta.

El sistema monetario no es como era antes. Según lo que me contaba mi madre, en una de las pocas veces que le prestaba atención, aprendí que antes sólo se usaba una moneda, y según en qué área estabas (creo que antes no había áreas, sino algo llamado pasies, o algo así) debías utilizar un tipo de moneda u otra.

Ahora, en cambio, es diferente. Están las monedas de bronce, que son las monedas normales. 
Luego están las de plata, que son como 10 de bronce. Las de oro equivalen a 50 de bronce.

Y después están los Bow, unas esferas no más grandes que una canica. Uno de bronce vale 100 monedas, uno de plata vale 500 monedas, y uno de oro vale 1.000.

Aunque, la verdad, aquí puedes comprar una buena cena por cinco monedas de bronce, y una casa decente por una de oro y dos de plata. Eso sí, luego toca mantenerla, aunque por aquí no hay problemas de economía, y hay suficiente dinero para todos. Es una norma del área X, hay que reducir la pobreza, pero sin abusar del dinero.

Encuentro un puesto de comida. No me vendrá mal un poco de pan y algo de jamón para merendar hoy. Así que, voy a un puesto donde venden pan y comida, y hago mi pedido. De repente, viene una masa de gente, por lo que el vendedor se pone a atenderlos.

No desperdicio el momento y, mientras cada uno atiende sus asuntos, alargo la mano y robo una magdalena. El hombre viene y me da un cacho de pan pequeño, pero suficiente para un bocadillo, y que meto en mí en la bolsa. Le doy una moneda de bronce y salgo del puesto.

Ya sé que no es muy honorable ir por ahí robando, pero teniendo en cuenta que no tengo trabajo ni lugar al que ir, es razonable que tenga que vivir de lo que robo y de lo que cazo. Y también suelo ganar bastantes monedas en los torneos. Saber utilizar la espada sirve para más que defenderse.

Encuentro un puesto de armas. Me viene bien. Compro 30 flechas, y las pago con una moneda de plata. Vaya, tres flechas por cada moneda de bronce. Una buena oferta. El vendedor intenta venderme una espada y unos cuchillos, pero lo ignoro y sigo mi camino.  No las necesito, me digo mentalmente. No las necesito.

Voy a un puesto de comida, y mientras la vendedora se encarga de cortar el jamón, tomo sigilosamente dos mandarinas y las guardo. Ya tengo merienda y cena.

La mujer se pone a hablar con una mujer que trae un cultivo de fresas. Vaya, así cualquiera le roba, señora. Espero un poco, pero se ve que la charla es muy interesante.

-Sí, creo que la va a azotar en público.- Ese murmullo capta mi atención. Me giro y son otras dos mujeres hablando, cada una cargada de bolsas de la compra. Escucho discretamente.

-Pobre Juana, ella no tiene la culpa, pero su marido insiste en que es una mala madre.- ¿Juana? ¿No se llamaba así la mujer que es maltratada? ¿Encima es madre?

-Yo no puedo soportarlo, no puedo quedarme a mirar. ¿Cómo puede montar semejante escena en público? ¿Donde están?

-A la vuelta de la esquina, los he visto discutir, y no creo que vaya a acabar bien. –No puedo seguir escuchando.

Salgo corriendo en la dirección que dicen que están. La mujer de la tienda empieza a gritarme. Que se pudra.

Estoy corriendo rápido esquivando a la gente. ¿Cómo pueden conocerla, pero no ayudarla? 
Simplemente se quedan cotilleando. Esa gente es despreciable. Lo malo que tienen estas áreas tan poco avanzadas, es que aquí el hombre es el que manda. Las mujeres apenas tienen voz y voto. 
Hay algunas, como yo, que son independientes. Pero la mayoría vive como si en verdad estuviéramos en el año 1300.

 A medida que llego, veo a gente reunida en un círculo. Hay mucha, y cada vez más. Empiezo a empujar a todos de forma brusca, tanto, que algunos me empiezan a gritar a mí.

Y entonces lo oigo. Gritos. Gritos de una mujer.

Empujo al último hombre, que me mira muy molesto y salgo al círculo. Ahí está, un hombre alto y fuerte, con barba de unos días y pelo negro casi rapado. Le acaba de propinar un puñetazo a la mujer, que se cae al suelo.

Nadie hace nada. Solo observan. Basura cobarde, eso es lo que son.

Cuando la toma bruscamente del pelo reacciono, y sin pensármelo, rápidamente cojo mi arco, una flecha y en menos de dos segundo la lanzo.

=/=/=/=/=/=/=/=/

Y hasta aquí el capítulo de hoy :D
¿Qué os ha parecido? ¿Os ha gustado la despedida entre Ane y Sara? ¿Habéis entendido lo de el sistema monetario? Cualquier duda, preguntáis por los comentarios, ya lo sabéis ^-^

Notas de autora:

  • Ya sé que la imagen de la pluma está cutre pero no encontraba la que quería dentro de una caja, así que Ajo Y Agua  C= (es algo que se dice muuuucho donde vivo, el que lo entienda bien, y sino, lo siento xD)
  • Ah, esa pluma se usa mojandola en tinta. Es decir, no es como los bolígrafos, tienes que mojarla en tinta y después escribir. Solo quería aclararlo xD
  • Estos días voy a estar algo ocupada, ya que debido a las vacaciones de verano, tengo algunos planes, por lo que actualizaré cada 2, 3 o 4 días. Intentaré no retrasarme.
  • Los regalos los repartiré en el capítulo siguiente por la misma razón.
  • ¡Ya somos más de 10 seguidores! Qué alegría, ¿verdad? Estoy muy feliz Cx En verdad os agradezco mucho que leáis esta historia. Significa mucho para un autor saber que no es un fracasado :'D
  • ¡¡No os olvidéis de comentar!! ¡¡Cada vez que leo un comentario, me lleno de energía y comienzo a escribir!! Así que, ¡más os vale comentar o os quedaréis sin historia! (?)
  • Y gracias a todos los lectores silenciosos, esos que se mueven entre las sombras, aquellos que se esconden en el anonimato, que aunque no comenten ni sigan el blog, leen mis historias. MUCHAS GRACIAS! (aunque no creo que un comentario mate a nadie, ¿verdad?)
  • Os gusta la nueva portada del blog? La ha hecho una amiga mía de G+. MUCHAS GRACIAS, ZURIÑE! Y a vosotros, ¿os gusta?
Y bueeno, gracias por aguantar toda esta chapada a la que le he puesto título. Perdón por ser taaan pesada con lo de ''teneis que comentar'' o ''más os vale dejar un comentario''  XD podéis llamarme la ''loca obsesa de los comentarios'' pero es una cosa que de verdad me anima a continuar con la historia. Es algo que me motiva a escribir, que hace que tenga ganas de repartir abrazos a chicas, chicos, niños y gatitos. Los comentarios anónimos están activados, así que cualquiera puede comentar. ¡No lo dudéis y dadme mi delicioso chocolate!(?)

Alegremente, me despido ^-^
Bsos & Salu2



Me gusta el chocolate.
Como mucho chocolate.
Mataría por chocolate.
¿Sabes a qué saben tus comentarios?
A chocolate.
¿Me darías chocolate?

26 de junio de 2014

Capítulo 3; Desayuno con galletas


Capítulo 3
Desayuno con galletas

Cuando abro los ojos, me doy cuenta de que es de día. Vaya, sí que he dormido bien. No es tan mala la casucha esta. Me levanto, me estiro y bostezo. Qué pereza. Voy al baño y noto un picor en el brazo. Estúpidos mosquitos.

Hago lo que tengo que hacer y me lavo las manos. Me miro en el espejo. ¿¡Pero qué!? Creo que tengo un nido de pájaros en la cabeza. ¿Cómo se puede liar tanto el pelo? Cojo el peine de mi bolsa que seguía en el baño y comienzo a cepillar mi castaña melena.

Estúpido pelo. ¡Auch! Estúpido antro. ¡Auch! Estúpido bigotudo ¡Auch! Estúpidos todos ¡AUCH!

Cuando termino, me hago una coleta con la cuerda negra que tanto tiempo lleva conmigo. Me lavo la cara y me despejo. Tiro el pelo que se ha quedado enganchado en el cepillo por el retrete (a este paso me quedo calva) y me visto con la misma ropa de ayer. No es que no tenga dinero para comprar más, el problema es que tendría que comprar una mochila para llevarla, y eso:
  1. Me cansaría más.
  2. No podría llevar mi arco
  3. Sería más fácil robarme


No sé si son suficientes razones, pero para mí están bien. Tomo los champús de ayer y un botiquín pequeño que encuentro en el armario del baño. Doblo el camisón y lo dejo encima de la cama, (que sigue deshecha). Que hagan ellos la cama, no pienso hacerla. Para algo les pago.

Tomo mi carcaj y mi arco y me los pongo, seguidos de mi espada. Me engancho la bolsa y meto los champús y el botiquín que antes he tomado. Creo que me darán un buen precio por ellos. Me dispongo a salir, pero me doy cuenta. ¡Mierda! Casi se me olvida mi peine. Lo tomo rápidamente del baño, lo meto en mi bolsa y salgo.

Me doy una patada (mentalmente). A este paso un día se me olvidará algo importante.

Salgo de la habitación y me encuentro con una mujer de unos 45 o 50 años. El pelo lo tiene rubio y canoso, y varias arrugas adornan su cara. Tiene el mismo vestido que usaba Ane ayer, solo que con un delantal blanco y un pañuelo, también blanco, en la cabeza.

-Oh, usted es la muchacha que se aloja en la habitación grande, ¿verdad?- Me dice. Su voz es tranquila, aunque firme. Tiene un deje maternal. –Ane me ha hablado de usted. Soy Sandra, la cocinera.- Oh, es Sandra.

-Un placer conocerla, por favor, llámeme Sara. Debo felicitarla por la cena de ayer, estaba deliciosa.

-Oh, muchas gracias, querida, me alegro de que te gustara- se le ve feliz- En ese caso, te quedarás a desayunar, ¿verdad?- Me dice. Bueno, la verdad...

-Creo que será un placer, la verdad es que estoy hambrienta.

-¡Bien!- Da una palmada con las manos- El comedor está allí, la puerta grande a la izquierda –la señala al final del pasillo- En seguida le servirán el desayuno. Es una novedad traída del á20.

-¿Del año 2000?- Pregunto, algo incrédula. ¿Cómo es que este sitio tenga tantas innovaciones de esa área?

-Sí, el dueño de la posada tiene un familiar trabajando allí- Ah, vale, eso lo explica.- Bueno, con su permiso, tengo que ponerme a cocinar- Y, sonriente, continúa su camino.

Me encamino al comedor. Era maja la señora, como la típica abuela que está feliz de que comas sus comidas.

Entro en el comedor. Ya decía yo que por ahora todo era lujo. El sitio, aunque limpio, parece algo descuidado. Las mesas, las paredes y el suelo son de la misma madera oscura, hay algo de humedad en las esquinas, y cuando me siento en una mesa, me doy cuenta de que está llena de agujeros. ¿Termitas? Probablemente. Aunque no es que me queje. Después de todo, es mejor que comer a la intemperie. Dejo mi arco y mi carcaj en el suelo, pero cerca de mí. La espada no me la quito. Nunca se sabe.

Estoy esperando la comida. Sandra dijo que me la traerían cuanto antes. Miro a mí alrededor. A parte de mí, unas mesas más lejos, hay un padre con el que pienso, debe ser su hijo. En una esquina hay cuatro ancianos jugando a las cartas. Y, detrás de mí, hay tres mujeres, cuchicheando algo sobre ropa. Tsk, como si no hubiera nada más importante que la moda. Ir a lavar la ropa, les digo (mentalmente).

Sandra llega con una bandeja, la deja encima de mi mesa,  y sonriente, la destapa. Hay un baso de cristal y una jarra. Wow, nunca había olido algo parecido, un olor suave y quizá algo dulce.

-Es algo que ha llegado hace poco a la posada, y aunque su precio es elevado, con el Bow que nos ha dado para pagar la habitación sobra para diez desayunos, varias comidas y cenas, muchas noches. Espero que lo disfrute, se llama Cola Cao. Es un polvo que, añadido a la leche, coge un sabor único, y se puede tomar tanto caliente como frío. Espero que no le moleste que lo haya calentado. Y le he puesto unas galletas hechas por mí para acompañarlo.



-Eh, no, tranquila, está bien- Balbuceo. Mierda, huele deliciosamente, tengo la boca hecha agua y me están dando ganas de abalanzarme encima de la bebida. –Que aproveche- musito y cojo la taza rápidamente, pero con cuidado, para que no se desborde.
Le doy un sorbo. ¡DIOS! Está riquísimo. Tengo que hacer grandes esfuerzos para no beberlo todo de una vez. No quiero que por beberlo rápido me entre una indigestión. Así que,  cuando llevo medio vaso, uso toda mi fuerza de voluntad para parar y dejarlo encima de la mesa.

-Sandra... Esto está riquísimo- Digo con tono de admiración.

-Me alegro de que le guste- dice con esa sonrisa suya- Pues le dejo que desayune, si desea tomar más, le dejo aquí la jarra. Que aproveche- Y con una sonrisa feliz, se da media vuelta y se va.

Yo termino lo que queda de Cola Cao y me sirvo más. Está quemando, así que me como una galleta. No está mal, un buen acompañamiento.

-Su marido la maltrata, seguro-

Me detengo. ¿Un maltratador? No pierdo tiempo y pongo la oreja. Son las tres mujeres de antes, esas chismosas.

-¿De verdad? ¿Por qué dices eso?

-La otra vez cuando volvía de lavar la ropa, me la encontré. Seguro que pensó que nadie la vería, porque iba con un vestido ligero y se le veían los brazos. Los llevaba llenos de moratones y varios cortes.

-¿Por eso siempre viste tan tapada?

-¿Y cómo eran los cortes?

-Pues bastante profundos, o al menos lo parecían. Lo que es seguro es que su marido no ha dudado en usar la fuerza.

Vaya, se ve que cabrones hay en todos lados. Intento parecer serena y empiezo a beber la ‘’oh tan deliciosa bebida’’. Aunque se me ha ido el apetito, no puedo dejar toda esta comida aquí.

-¿Y Juana no hace nada por evitarlo?

-Se ve que Ramón hace lo que quiere. He escuchado a mí marido decir que la otra vez se lo encontró borracho de camino a casa.- Las dos oyentes aspiran aire de forma algo ruidosa, y la tercera se alarma.

-Bajar un poco la voz, no queremos que nadie nos oiga.

Un poco tarde, les digo (mentalmente). Empiezan a hablar más bajo, pero mi agudo oído logra oírlas.

-¿Has oído algo más de la boca de tu marido?

-De él no, pero cuando Juanito el costurero vino a casa a arreglarle su nuevo traje...

-¿El gris?

-Un gran traje, hicisteis una buena elección

-Bueno, no puedo negar que tengo buen gusto- ¿¡Eh?! ¡Pero seguid!, ¿qué fue lo que escuchó?

-Un gran traje, en verdad

-Bueno, como decía, Juanito el costurero y él empezaron a hablar, y escuché que...

-¿Qué?- Preguntan las dos al unísono. Yo también me hago la misma pregunta

-Que lo encontró en uno de esos ‘’clubs’’ con una ‘’amiguita’’ algo ligera de ropa.- Las dos vuelven a aspirar de forma ruidosa.

Suficiente.

Me levanto de la mesa, algo bruscamente al parecer, porque todos los del bar se me quedan mirando. Me importa una mierda. Dejo la mitad de mi baso y las dos galletas en la mesa. Cojo mi arco y el carcaj del suelo y salgo a paso ligero del bar.

¡Cómo puede haber hombres tan imbéciles! Salgo al vestíbulo y el bigotudo me saluda con la cabeza.

-¿Se va ya?-Me pregunta.

-Si. He pasado una noche agradable. Gracias por alojarme- Y me dispongo a irme.

Estoy tan enfadada que no oigo una vocecita que me llama hasta que estoy en la puerta de la posada.

-¡Señorita Sara! Se... ¡Señorita Sara!- Esa es la voz de Ane. Me giro y me la encuentro corriendo 
hacia mí con una caja negra en la mano. – ¿Se va usted ya?- Me pregunta. Intento controlar mi enfado. Respiro hondo, me calmo y, me agacho hasta quedar a su altura. Tengo que apoyarme sobre una rodilla.

-Sí- le digo. ¿Qué más le puedo decir?- Ha sido un placer conocerte.- El rostro de la niña se entristece. No, por favor...

-Yo... también ha sido un placer conocerla- Su voz suena muy triste y algo quebrada. No, no lo hagas por favor. Quiero animarla, pero ¿Que le digo?

Nos quedamos en silencio unos segundos. No se me ocurre nada que decir, y ella está mirando al suelo mientras abraza esa cajita. Bueno, será mejor terminar con esto cuanto antes. Cuando estoy dispuesta a levantarme ella estira los brazos y me pone la caja delante de la cara.

-¡Esto es para usted!- Dice, pero con la cabeza gacha y los ojos cerrados.


Yo tomo algo dudosa la caja y la abro. Oh...

=/=/=/=/=/=/=/=/=/

Y bueno, ¿qué os ha parecido? ¿os ha gustado? ¿hay algo que no entendéis? ¿Se ha notado que me gusta el cola cao? ¿Y también que me cuesta desenredarme el pelo por las mañanas? Me levanto con pelo afro T.T

Esta vez no hay notas de autora, aunque sí un aviso:

No sé si sabréis, pero en la parte baja del blog he puesto varios enlaces, echarles un vistazo, merece la pena C= Ese rinconcito va a ser como el ''rincón de la publicidad'', donde si os aburrís de mi blog, podéis ir a cuchichear a otros xD Si queréis añadir vuestro blog o vuestra página, avisarme por comentarios, G+ o por mi correo:

princesapdr@gmail.com

Y bueno, creo que no hay nada más así que...

























Mentira.
¡¡Regalos!! xD
Bueno, aquí están:

Para Carla Cabrita :3

Para Roxana Flores, mi querida esposa ouo (al principio te iba a hacer de len, pero salieron varias imágenes que me traumaron más de lo que estoy C':)


Para pilar costa ^w^

El siguiente para Luna ;D

Y, como no, para Laura C (>o<)

Los demás que me faltan los daré en la siguiente entrada, la página de blingee me está dando algunos problemillas ^^'' Siento si están sosos, pero mi imaginación no da para más -.- La agoto toda en esta historia (?)

Gracias por seguir el blog y por comentar >w< Y gracias también a esos lectores que, aunque no comenten, visitan mi blog. ¡¡OS QUIERO!! 

Recordad que si os gusta la historia, no dudéis en compartirla con amigos, para que esta pequeña familia vaya creciendo >u<

Bsos & Saludos


¿Puedes leer esto?
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¿Y ahora, que vas que hacer?

25 de junio de 2014

Capítulo 2; La flor de lis



Capítulo 2
La flor de lis


Cuando termino de ponérmelo, oigo que tocan a la puerta.

-¿Quién es?

-Su cena, señorita Sara- Responde una voz aguda muy bajo.

-Adelante- Y cuando se abre la puerta, me sorprende encontrarme a una niña que no debe de tener más de ocho años, de un pelo tan rubio que casi parece blanco, y unos ojos azules igualmente claros. Va vestida con un vestido azul oscuro de manga larga sin ningún detalle que lo resalte. Deja la bandeja encima de la mesa, y la destapa.

-Es el menú de hoy, trucha con nuestra salsa especial secreta y, eh, patatas de nuestro cultivo- Dice, con una vocecita y mirando al suelo.

-Tiene una pinta deliciosa, muchas gracias. Dime, ¿Lo has hecho tú?- Digo con un tono de voz alegre y una sonrisa sincera. No me gusta ver a los críos tristes.

-Eh... Yo... he ayudado a hacer la salsa- Dice con una mirada inocente. Es muy tierna. –Sandra, nuestra cocinera, ha hecho todo, y dice que, cuando sea algo más mayor, podré cocinar yo sola ¡Con la sartén!- Y muestra una gran sonrisa a la que le falta un diente.

-¡Vaya! ¿Y a ti te gusta cocinar?- Pregunto, mientras me siento en la cama aspirando el aroma de la comida ¡Huele delicioso!

-¡Si, me encanta! Y Sandra dice que de mayor yo seré su ayudante, y que quizás si lo hago bien, me enseñará a cocinar todos los platos que ella sabe- Se ve entusiasmada- ¿Cómo te llamas? -
Pregunta, cambiando a un tono curioso- Yo soy Ane

-Mi nombre es Sara- Digo sonriéndole

-¿Y a ti que te gusta hacer?- ¿Que qué me gusta hacer? Vaya, nadie me lo había preguntado desde hace. Quizás...

-Me gusta dibujar- Es irónico, ya que ni siquiera sé escribir algo aparte de mi nombre.

-¡De verdad!-En su cara se refleja el asombro- ¿Y qué pintas?- Vaya con la cría. No es que me guste ir enseñando mis cosas por ahí, pero no quiero verla triste...
Sensiblera, me digo (mentalmente).

Tomo mi bolsa marrón –creo que antes era amarilla- y saco de dentro un pequeño cuaderno de dibujo de tapa dura, con un estuche morado, que contiene un lápiz, una goma y un sacapuntas. Se los muestro, y ella coge el cuaderno.

-Vaya... Son asombrosos...- Dice con una mirada perpleja. – ¿Del á20?- Pregunta. Yo asiento. Tampoco es que sean gran cosa, algunas flores, paisajes, edificios curiosos, manos, pies, algunos dibujos... Creo que en una cultura diferente se le llamaba ‘’manga’’. No tengo idea. No prestaba atención a los cuentos de mi madre.

-¿Los has hecho todos tú?-

-Si, los hago cuando me aburro

-¿Y cuando se te gasta el lápiz? ¿Qué haces entonces?

-Me compro otro

-¿Y tienes suficiente dinero?

-Si- Demasiado dinero, diría yo. Se queda un momento callada, pero enseguida continúa.

-¿Qué es esto?

- Es la flor de lis. Es una representación de un lirio. En un pueblo del á12 encontré una tienda repleta de muebles con este signo. Me pareció curiosa y le pedí al hombre de la tienda que me explicara. Y después la dibujé- Digo, recordando ese día. Ere un día caluroso, como hoy.

-Es... ¿Es de área 12?- Me pregunta

-Sí, ya me has oído.

-Yo... me podría... esto... te importaría... ugh...- Desvía la vista. Entonces se me ocurre.

-¿Querrías quedarte el dibujo?- Le digo. La verdad, no es difícil de dibujar y me he cruzado con varios muebles con ese signo.

-¿De verdad?- Me mira, con ojos brillantes. Yo arranco la hoja y se la doy. Ella lo coge entusiasmada y la abraza con cuidado. Después, la dobla cuidadosamente y la mete en un bolsillo que antes no había visto.

-¡Gracias!- Y me muestra una deslumbrante sonrisa. Siento algo en el pecho. Algo agradable. 
Prefiero no pensar en eso y lo ignoro- Entonces, ¿viajas mucho?

-Bueno... llevo mucho tiempo.

-¿Pasaste por el área -1?

-Sí, hace un año y medio, que yo recuerde.

-¡Wow! Y por área -12?

-Sí, aunque la pasé rápido- Vaya, se le ve entusiasmada.

Está a punto de continuar, cuando, de repente, alguien toca a la puerta gritando. Creo que es el bigotudo de antes, y creo que está llamando a Ane. La niña pone una cara de apuro, y se dispone a salir. Yo me levanto detrás de ella, y soy yo la que abre la puerta. Si, en efecto, es el bigotudo.

-Eh... Disculpe, Sara, no habrá visto por aquí a Ane-

-En efecto, está aquí.- Ane sale a mi lado, y el hombre la agarra por el brazo

-Te necesitan en la cocina. ¿Es que no puedes hacer nada sin distraerte?- Lo cojo el brazo al bigotudo. Aquí la única que puede gritar soy yo.

-No tiene nada de que regañarla, ha venido a traerme la comida y yo la he entretenido. Si tiene algo que decir, dígamelo a mí, pero entonces me iré de este antro y me llevaré mi Bow conmigo. Lo mismo pasará si no la trata con respeto, ¿Entiende?-

El hombre palidece. No sé si es por lo fría que ha sonado mi voz, por la mirada que le dedico o por el fuerte agarre por el que le tengo agarrado, pero al final cede. Asiente, y, dando una última mirada a la niña, se gira y se va.

Intentado recuperar algo de dignidad, pienso para mis adentros. Le dedico (mentalmente) un gesto no muy amable con los dedos.

Miro a Ane, que, murmurando un ‘’gracias’’ toma apresuradamente el mismo camino que segundos antes tomó el bigotudo. Y, mentalmente, me estoy dando patadas.

Lo has vuelto a hacer. Has asustado a un crío.

Me giro y, tranquilamente, entro en la habitación. Ceno. La comida está deliciosa, pero no estoy de humor. Saco la bandeja y me voy a la cama. Una cama de látex, parece ser.

Y es que, aunque ahora mismo esté en la época de 1300, es decir, en el área 13, han llegado innovaciones del área 20. Creo que las han transportado hasta el área -5, es decir, la época de 500 antes de Cristo.

Me acomodo en el colchón y me acuesto de lado. No es que viaje por el tiempo ni nada. Al parecer, por las historias que me contaba mi madre, sé que hace no sé cuantos años, esto era un lugar llamado ‘’Europa’’ que entró en guerra con un lugar que queda perdido en el mar, y acabaron destruyéndolo todo, menos el área X. Desde entonces, las áreas destruidas se han ido restaurando poco a poco, pero de una forma especial. En vez de avanzar todas las áreas a la vez, casi todas se han quedado ‘’suspendidas en el tiempo’’. Algunas en las que se ha avanzado poco se vive como en el año 1000 a. c, y en las más avanzadas, que quedan más al oeste, se vive como en los años 2000 d. c.

¿No es increíble?

Bostezo. Me estoy quedando dormida. Mi reto es llegar al área X, que es el único lugar que no quedó destruido, por lo que su tecnología es muchísimo más avanzada. Se dice que allí hay un mundo completamente diferente, que es el futuro, el año siguiente al 3000.

Pero hasta que llegue allí tengo mucho camino. Llevo ya tiempo viajando, y aún voy en el á13, el área 13, o el año 1300; como se le quiera llamar. Lo bueno es que, aunque esté en esta época, me vista, me comporte, hable, coma o viva como se hacía en esa época, vivo con la tecnología digna del á19 o el á20. El baño, o mi estuche y mi cuaderno, por ejemplo. Quizá es en armas en lo que no está muy avanzado; aunque no es que me importe. Con mi arco, estoy feliz. 

Lo último que viene a mi cabeza es la cara con la que me ha mirado la niña. Luego, todo se vuelve oscuro.

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Y bueno, ¿os gustó? ¿Se ha entendido? He intentado explicar bien el mundo en el que Sara se encuentra, aunque no sé si lo he explicado bien.

Se supone que es un escenario post apocaliptico, es decir, se supone que Europa entró en guerra con América, el ''lugar perdido en el mar'', y acabó destruyendose toda la tierra, menos el área X. Al no ser destruida, su tecnología está más avanzada que cualquier otra. Sara se encuentra en el á13, es decir, en el área 13 o el año 1300. Ya que, después de la guerra, cuando se empezó la reconstrucción, algunos se reconstruyeron más, y otros menos. Por eso, hay zonas en las que se vive como en el año 1300, otras como en el año 2000 antes de cristo, y otras como en el año 2014, y el áX sería como ``el futuro``

Si alguien no entiende, intentaré explicarlo mejor por los comentarios n.n''

Notas de autora:

  • Los regalos los entregaré en el siguiente capítulo a causa de falta de tiempo. 
  • ¡Qué alegría! ¡¡9 Seguidores!! ¡¡Muchas gracias por uniros a esta gran familia! ^w^ De verdad, estoy muy feliz C= ¡haré mi mejor esfuerzo por mejorar el blog!
  • La flor de lis es auténtica. Por la edad media, los franceses pusieron ese logo en muchos muebles. Me pareció curioso y decidí ponerlo :3
  • Respecto al personaje... Bien, mi madre se ha cargado mi tableta de dibujar, por lo que por ahora no voy a poder subirlo... Al menos, la versión digital. He subido una versión hecha a mano, cuando arreglen la tableta subiré la versión digital x3

Aquí os presento a Sara, con su arco, su carcaj... Al menos es como me la imagino yo xD Lo de la capa se verá unos capítulos más adelante... Y bueno, sí, se que es mi OC, pero vuelvo a decirlo, esta es una historia que antes no tenía pensado subir, por eso la prota es mi personaje xD Pero no creo que importe... ¿Verdad? Bueno, lo dicho, aquí tenéis el personaje xP

¡Gracias por leer! Estos días tengo mucho tiempo libre, por lo que intentaré actualizar cuanto antes.

De nuevo. ¡MUCHAS GRACIAS! Espero veros por aquí x3 

Bsos & Salu2 C=



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¿Y ahora, que vas a hacer?

24 de junio de 2014

Capítulo 1; Llegada a una posada


Capítulo 1
Llegada a una posada


¡Mierda! Sabía que tenía que haber cogido el otro camino. Estoy mojada, congelada y hambrienta, y todo por haber intentado ir por el camino más corto. Y es que, por querer ahorrarme unas horas de viaje, he cogido el camino que atravesaba el río y llevaba directamente a una aldea, donde tenía planeado comprar un buen bocadillo y saciar el hambre que tengo. Y es que no he probado bocado desde ayer.

Pero claro, al no saber leer, no he podido darme cuenta de que el puente que conectaba los dos extremos del río se estaba reconstruyendo hasta que lo he visto con mis propios ojos. Y el haber sabido leer me habría ahorrado la persecución que he tenido con esos bandidos. Y es que me he quedado sin flechas. Y también es que, aunque sea buena con mi espada, solo soy una mujer que no hace milagros. ¿Cómo me enfrentaría yo sola a tres hombres armados? Al menos, con el estomago vacío, imposible.

Salgo del río y me escurro la ropa. Podría quitármela y dejarla secar al sol, pero no me gustaría que esos enclenques me encontraran en pelotas, así que, colocándome mi espada, mi arco y mi carcaj, me encamino hacia la aldea. Al intentar escapar de esos canallas he tenido que lanzarme al río; es una gran ventaja saber flotar. Así que no he necesitado la ayuda de ningún puente.

Mientras ando, mis botas negras chirrían, y creo que mi única blusa blanca se me ha transparentado. Por suerte, llevo un chaleco negro, así que no se me ve nada. Mi pantalón, también negro, aunque empapado, está bien. Sólo lleva conmigo 2 años, y por ahora no me ha dado más problemas que algunos agujeros fáciles de coser. La espada la llevo atada a la cintura con un cinturón fino, también negro; puede que sea lo único de valor que llevo encima. Estoy segura de que no he perdido nada; no falta nada en mi bolsa marrón que llevo enganchada al pantalón. El arco está en su sitio, en mi espalda con la cuerda cruzada por mi pecho, y cruzado en el sentido contrario, mi carcaj. No llevo flechas; gasté la última en aquel conejo tan delicioso que me sirvió ayer de cena. Y creo que la cuerda que uso como coletero no se ha roto.

Poco antes de que anochezca llego al pueblo. Estoy exhausta por toda la caminata, además de que he tenido que evitar a un grupo de hombres que llevaba el mismo rumbo que yo. Si me vieran a mí, una mujer de 19 años, sola y con estas ropas, de seguro intentarían algo. La ropa se me secó hace rato, la verdad es que hoy ha sido un día soleado, pero eso no quita que tenga los pies congelados y el cuerpo adolorido.

Mientras ando, la gente se gira para verme. Vaya, ¿acaso es tan raro ver una mujer sin vestido, con armas y que no va acompañada? Al parecer, así es. Yo miro impasible hacia el frente, aparentando seguridad, ya que, si te toman por débil, te conviertes en una presa fácil.

Encuentro una posada. No me fijo en el nombre, ya que mañana mismo me marcho de este lugar. Tengo que llegar cuanto antes a mi destino. Voy con seguridad hasta recepción y me planto en frente del mostrador. El tipo que está sentado detrás es un hombre bastante sobradito de quilos, con un grueso bigote negro, y apenas cuatro pelos en la cabeza.

-Buenas, bella dama. ¿Qué se le ofrece?- Me pregunta, con una voz ni demasiado grave, ni demasiado aguda.

-Busco alojamiento por una noche- Respondo rápida y fríamente

-No hay problema, aunque...- Antes de que pueda siquiera terminar la frase, dejo sobre la mesa una bonita esfera de bronce.

-Deme la mejor habitación que tenga libre. Me gustaría que me llevaran la comida a la habitación.

-Cla-claro- Dice él, aunque después de meterse la bola en su bolsillo, recupera la compostura.- Pero primero tendrá que firmar aquí con su nombre- Me muestra un gran libro, con sus hojas llenas de varias firmas. Lo deja en la mesa y me pasa una pequeña pluma. Y escribo lo único que sé escribir, mi nombre. No me gusta poner mi apellido, ni mi segundo nombre. Hay gente a la que le pasa eso. Y yo soy una de ellos. –Bien, señorita Sara, su habitación está al fondo del pasillo del último piso. Le llevarán la comida a la habitación dentro de media hora. Puede tomarse un baño si lo desea.-

Me doy la vuelta y, sin siquiera responder, subo las escaleras hasta mi habitación.

No está mal la chabola. No es un dormitorio de un rey, pero es lo suficientemente cómoda como para pasar una buena noche. Sigo adolorida, por lo que me encamino a lo que parece es el baño, que resulta ser una buena sorpresa. Todos son azulejos azules, hay un lavabo, un retrete y una bañera, ni grande ni pequeña. Nunca imaginé que este sitio tendría los baños actualizados. Mejor para mí.

Necesito un buen baño caliente, por lo que enciendo el grifo, espero a que el agua se caliente y tapono la bañera. Me desabrocho la espada, el arco, el carcaj y la bolsa, y las dejo sobre una silla que hay junto al lavabo. Después me quito las botas, el chaleco, la blusa y por último los pantalones. Me deshago la coleta, estiro los brazos y entro. Uf, ¡Qué bien sienta!
Mi cuerpo se calienta rápidamente, y el baño se llena de vapor. Debo de tener las mejillas sonrojadas. Cierro los ojos y me relajo.

Cuando creo que ya han pasado 10 minutos, me pongo en pie, y empiezo a lavarme el pelo y el cuerpo con el champú y el gel del hotel. ¿Cuánto cobraría por un bote de estos? Me aclaro, destapo la bañera y salgo totalmente revitalizada. Me seco con la toalla que encuentro en el armarito. ¡Qué suave!

No tengo más ropa aparte de la que llevo. ¿Tendrán camisones? Me envuelvo en la increíblemente suavidad de la toalla y salgo en busca de alguna prenda con la que pasar la noche. Después de ojear un poco la habitación, encuentro un camisón verde de manga corta debajo de la almohada. Hay también un pijama, pero lo dejo donde está. Cuando termino de ponérmelo, oigo que tocan a la puerta.


-¿Quién es?

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Y bueno, aquí termina el 1er capítulo x3

Antes que nada... ¿Os está gustando? ¿Está bien escrito? ¿Se entiende bien? Cualquier duda que tengáis sabéis que podéis preguntarlo por los comentarios :)

Y bien, aquí tengo algunas notas de autora:

  • Estaba pensando en subir el diseño del personaje, aunque no sé si es más fácil no subirlo, y que cada quién le dé al personaje la forma que quiera. A mí, por ejemplo, en los libros que leo, aunque haya películas, siempre le pongo la cara que yo quiera. Por eso mismo no sé si publicar el diseño del personaje, para que cada quién le dé el aspecto que quiera, ya que aunque se describa, no es lo mismo imaginarlo que verlo en una foto o dibujo.
  • Esto es un intento de novela, si veis algunos fallos, algo que no cuadra o que no entendéis, podéis dejar una crítica constructiva. Es decir, una crítica que me ayude a mejorar como escritora.
  • La historia la actualizaré dentro de unos días, ya que, aunque tenga parte escrita, prefiero escribirla con tiempo, para poder solucionar errores y revisarla.
  • Recordad que el blog aún está en construcción, por lo que si veis algo diferente no os asustéis, simplemente ha sido cambiado.
  • Al final del blog he puesto el enlace de otro blog que merece la pena visitar. Si alguien quiere enlazar su blog al mío de la misma forma, que me avise a través de G+ :D
  • Si alguien quiere que le envíe la actualización de los capítulos a su correo, solamente me tenéis que avisar por los comentarios :)

Y bueno, creo que eso es todo xD

¡Ah! Antes de que se me olvide.... *redoble de tambores*
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REGALOS!!

Si, ¡He decidido dar regalos! Por lo que...

Para Princesa Peach 25 (mi primera seguidora :'D)


Y para Amanda Estelar :3

(qué recuerdos x33) Ójala os gusten ^-^ Hace tiempo que no utilizaba blingee, así que perdón si no están del todo bien -_-'' Aun así, le he puesto todo mi cariño :3 cursiii

Pues creo que ya está todo... Así que me despido con una sonrisa :D

Bsos & Salu2

23 de junio de 2014

Presentación :D

Presentación

¡Hola! Bien, probablemente cualquiera que haya venido a parar aquí por una trolleada de su ordenador se estará preguntando, ¿A donde diablos he llegado? Pues bien, este es un blog que he creado para subir cierta historia que estoy escribiendo. Es una historia simple, que como dice el título, trata de ''una simple viajera''.

Muy pronto comenzaré a subirlos. ¡No os preocupéis!

Y ahora os estaréis preguntando. ¿Y quién es esta loca? Ajajaja, me alegro de que lo preguntes/pienses. 

Yo soy SARA CROFT, o al menos es el nombre de mi OC (original character = personaje original/ quiere decir inventado) Pa'que necesitamos una wikipedia si ya estoy yo, ¿eh? Y bueno, no diré de que va la historia, eso lo tendréis que descubrir vosotros, pero quizás unos adelantos no matarán a nadie... ¿Verdad?

¡Mierda! Sabía que tenía que haber cogido el otro camino.
[...]
Al menos, con el estomago vacío, imposible. 
[...]
-Busco alojamiento por una noche- Respondo rápida y fríamente
[...]
No me gusta ver a los críos tristes.
[...]
Sensiblera, me digo (mentalmente).
[...]
Aquí la única que puede gritar soy yo.
[...]
Lo has vuelto a hacer. Has asustado a un crío.
[...]
Con mi arco, estoy feliz.

Bueno, ¿tiene buena pinta, o estáis a punto de cerrar la ventana? ¡NO! ¡NO LA CERRÉIS! ¿No vais a darle ni una oportunidad?

Ah... Si estás leyendo esto... ¡Es que no la has cerrado! (Aún) Así que... Hay una última cosa que quiero decir:

Quizá algunos me recordéis de mi primer blog, ''el blog de las tres pequeñas princesas'' Si, soy su misma autora. Dejé de escribir hace tiempo, y no he tenido el valor de  publicar una nueva entrada... 

No es que no quisiera seguir escribiendo, es que mi forma de escribir y pensar cambió, y tampoco es que tuviera todo el tiempo del mundo para escribir. Quiero disculparme por dejar el blog a medias, algo que espero que con este no pase. 

Así que, si os gusta el blog, ¡no olvidéis comentar! Cada comentario es como chocolate para mí. ¿y, sabéis todo lo que me gusta un chocolate? ¡ME GUSTA MUCHO! Por lo que, no creo que os cueste demasiado dejar un comentario, ¿verdad? *pucherito* 

Nee, ahora sí, pronto comenzaré a publicar las entradas, y si os gusta el blog, haceros seguidores, o comentar, o compartirlo con los amigos. ¡O las tres cosas! Me haría vomitar arcoiris :D


*Descripción gráfica*

¿No es hermoso?

¡Ah! Sin que se me olvide. ¿Creéis que tendría que publicar regalos para los nuevos seguidores? Es algo que no se si hacer... Y así os obligo a comentar ¡Ja! 

Si no tienes cuenta en Blogger, tranquilo. que activaré los comentarios anónimos :3 (yo por comentarios, mato. ¡MATO!)

Pues nada, espero que después de ver la loca/psicópata que soy, aún queráis ver el blog. 

¡¡Bsos y Salu2!! (tengo que trabajarme la despedida)
Purple Spinning Frozen Snowflake