Capítulo 16;
Muy Fría
Oh, que relajante. Un buen baño
caliente siempre sienta bien.
Sobre todo después de una buena
paliza.
Bueno, tampoco es que haya matado
a nadie. Simplemente... he dejado un buen moratón.
De forma dolorosa.
‘’no he sido yo la que ha cometido
una estupidez’’ pienso, mientras me sumerjo completamente en la
cálida agua
cristalina de la bañera. ‘’podía haberme avisado. O podía haber convencido a
ese Mikel
de que nos diera dos habitaciones’’
Saco la cabeza del agua y miro a mí
alrededor. Tomo un jabón de baño, y lo exprimo en la bañera.
Normalmente no
suelo despilfarrar así estas cosas, pero ya que hemos conseguido esta
habitación,
voy a aprovecharla.
No tardan en aparecer burbujas, y
la bañera en seguida se llena de espuma. Y mi cuerpo se relaja.
Doy un profundo suspiro.
Hacía mucho que no me relajaba
así.
Será porque sé que, si algo va
mal, Marc estará para avisar y respaldarme. Aunque sea idiota, no
puedo negar
que... lo aprecio.
Y suena absurdo, ya que, ¿Cuanto
hace que nos conocemos? ¿Cuatro días?
Y en esos cuatro míseros días se
las ha arreglado para meterse en mis pensamientos y lograr que
confíen en él.
Algo que hacía mucho que no pasaba.
Solamente ha habido una persona
aparte de mi madre en la que siempre confié. Pero estoy segura de
que nunca
volveré a ver a ese chico de cabellos rojos, aunque su recuerdo sigue impreso
en mí a
fuego.
Recuerdo esos ojos negros como la
noche, esa naricita respingona, esos brazos que me abrazaban, y
su voz... esa
voz que me tranquilizaba y me consolaba. Y la forma en que me llamaba...
‘’Yu’’
Sonrío tristemente. Era el único
que me llamaba así, porque era el único que me conocía realmente.
Llaman a la puerta.
-Hey, Sara, ¿qué prefieres para
cenar, fideos a la parmesana o una buena pizza casera?- No dudo
demasiado.
-Una pizza estaría estupenda.
-Bien- Dice, e imagino la sonrisa
que debe haber puesto ahora mismo.
La verdad es que Marc me conoce
bastante para el poco tiempo que llevamos.
¿Pero como he podido confiar en
alguien tan fácilmente? Lo normal sería que me alejara de todos
quienes me
rodean, de protegerme, de evitar que me conozcan. Y viene ese rubito y en nada
se cuela
dentro de mí, me hace sonreír, hace que le abrace, que le cuente sobre
mí, me enseña cosas que nadie
me enseñó nunca.
Me enseñó que por muy cagado que
estés, una sonrisa siempre mejora las cosas, aunque sea un
poquito.
Me enseñó a que aún puedo ser
feliz, sin tener que llegar al áX.
Al fin y al cabo, cuando
consigamos el Bow, él se quedará aquí y yo continuaré. ¿Pero a dónde iré?
En un
principio quería llegar al áX para poder vivir tranquila, sin temor, sin tener
que desconfiar.
Para sanar mi alma.
¿Pero entonces, por qué siento que
ya está sanada?
Me da miedo sentir que ya no
necesito ir al áX
-¿Que me has hecho?- susurro,
mientras me sumerjo en el agua.
Quizá me sienta así porque lo
único que quiero es tener a alguien que me sonría de la forma que lo
hace Marc.
O poder estar con alguien sin sentir la urgencia de sacar mi espada. Poder
sentir los
brazos de Marc alrededor mío, sintiéndome segura.
Me llevo una mano a la frente.
‘’Pensar tanto no debe de ser
bueno’’ digo mentalmente. Si es que cuando estoy sola me pongo
demasiado
filosófica. Creo que lo mejor será pensar lo que haré después del campeonato
cuando el
después llegue. Me ahorraré algún que otro dolor de cabeza.
Me miro las manos, y están como
pasas. Debería salir.
Así que, después de lavarme bien,
salgo de la bañera y me envuelvo con una toalla (que es
increíblemente suave) y
abro la puerta, intentando no pensar en todo el lío anterior.
Y de alguna forma, lo consigo, ya
que nada más abrir la puerta mi mente se queda en blanco.
Lo único que consigo procesar es
que Marc está delante de mí, con su cuerpo a centímetros del mío.
Y que yo
estoy tapada únicamente por una fina y suave toalla.
Oh, sí. Y que él está con el pecho
desnudo.
Inconscientemente, lo observo.
Santa Mierda
Esas ropas ocultan demasiado bien su cuerpo. No le había
notado esos músculos debajo de la
camiseta. Es decir, no son como los de un
atleta dopado, pero tampoco es un fideo. Están bien
marcados, pero no
demasiado. Incluso le veo el moratón que le he dejado en el hombro izquierdo de
un puñetazo. Un morado que contrasta con su tostada piel por el sol.
Si es que hasta tiene una tableta.
Una tableta.
Como la del chocolate.
Oh, sí, chocolate.
Frenando mis pensamientos, con un
leve rubor dirijo mi mirada a sus ojos, intentando no mirar más
abajo.
Intentándolo.
Y me doy cuenta de que él está en
mi misma condición, escrutándome con esos ojos verdes y
profundos.
No tardo en notar que la sangre me
sube a la cara.
Juro que aunque no nos tocamos,
soy capaz de percibir el calor que emana.
Joder.
-Este... ¿Marc?- El parpadea y,
dando un paso atrás mientras abre los ojos, comienza a tartamudear.
Esta situación me recuerda al día
en que nos conocimos. A esa noche que...
Me sonrojo. Aún más.
Mar por fin logra decir algo
coherente.
-Pues, este... mientras me ponía
el pijama nos han traído la cena, e ¡iba a avisarte! Pero entonces...-
Se
ruboriza.
Una leve impresión de déjà vu me invade.
En ese entonces estaba a punto de
arrancarle los dedos, uno a uno, en lenta agonía.
Ahora estoy paralizada y roja como
un tomate sin saber qué decir.
-Ah... Bien- ¡¿Bien?! ¡Por dios!
¡Esto está todo menos bien!- Voy a... voy a por mi ropa.- Digo,
pasando por su
lado y rozándolo con el hombro levemente.
Piel con piel.
Me estremezco y un escalofrío me
recorre de pies a cabeza.
Santa jodida mierda
Tomo la ropa que hay en la cama,
que es el pijama que en los hoteles siempre suele haber, y vuelvo al baño sin
levantar la cabeza. Nada más entrar, cierro la puerta y pongo el pestillo.
¿Qué mierda ha sido eso?
Me tiemblan las piernas, mi
corazón corre una maratón y para colmo, debo de ser un tomate andante.
‘’Esto no es normal’’ Pienso ‘’Deben...
deben ser las hormonas y el hecho de que nunca he visto
nunca un pecho
masculino. Bueno, si he visto algunos en las peleas, los de los hombres contra
los que luchaba, pero ninguno era...’’
Ninguno era el de Marc.
Nada más ese pensamiento surge en
mi mente, empiezo a negar con la cabeza.
‘’No, no, piénsalo. Son las
hormonas. Eso es, las hormonas. Las hormonas tienen la culpa de todo’’
Pienso
acalorada ‘’No es mi culpa sentirme así, son las hormonas. Son ellas las que hacen
que piense que Marc es sexy’’.
Marc es sexy
Es sexy
Marc.
Sexy.
Las palabras rebotan en mi mente.
‘’ ¡¿pero qué mierda pienso?!’’ Grito
en mi mente y le doy una patada al inodoro. Mala idea, porque
suelto un mudo
grito de dolor mientras me sujeto el pie con las manos. ¿A quién se le ocurre
pegar a
un váter con el pie descalzo en un intento de borrar sus pensamientos
pervertidos?
A mí, claro.
Acalorada, y con el pie dolorido,
un pensamiento zumba en mi mente.
Necesito una ducha. Fría.
Muy fría
=/=/=/=/=/=/=/
-Y entonces, va el tío y dice, ‘’mira
chancho, a mí nadie me tira una pelota a la cara y se va de rositas
¿Entiendes?-
-¿qué le hiciste?
-Lo que cualquier persona
inteligente haría. Arranqué la pelota de sus manos y salí corriendo- Yo
empiezo
a reírme, y Marc me sigue.
Después de darme una segunda ducha
y salir del baño con el pijama y el pelo recogido en mi habitual
coleta,
comenzamos a cenar. Y aunque al principio lo único que se oía en la habitación
era el
zumbido de una mosca (y no mencionar nuestros sonrojos) No tardamos
mucho en comenzar a hablar
y olvidar lo pasado hace unos minutos.
Y ahora Marc acababa de contarme
cómo lanzó la pelota al gruñón de su vecino mientras jugaba con
su hermana y
después salió corriendo como la persona ‘’inteligente’’ que era.
Y como no, consigue volver a
sacarme una sonrisa.
Después nos sumimos en un
agradable silencio. De esos en los que simplemente disfrutas de la
compañía del
otro.
Momentos después, saco el tema que
lleva todo el día rondándome la cabeza.
-Pasado mañana es el torneo- Él
asiente- Así que... ¿Mañana entrenaremos?-
-Supongo.
-¿Supones?-
-Sí, supongo- Me mira divertido,
esperando seguramente, a que me queje de que en realidad no me ha
respondido la
pregunta cómo me gustaría. Pero, en vez de eso, digo algo diferente.
-Entonces, ¿Mañana entrenaremos
juntos, o separados?
-Me da igual, como prefieras.
-Me gustaría ver como manejas los
cuchillos. Es algo que me intriga.
-Vaya, me alegro de que yo le
resulte intrigoso a usted.
-Acabas de lanzar el idioma a la
papelera ¿qué se supone que es intrigoso?
-Intrigoso es esto- Y suelta un
eructo bien audible. Pongo los ojos en blanco y una falsa mueca de
aburrimiento.
-Eso no es intrigoso. Esto es
intrigoso- Y eructo de forma aún más audible que él, lo que hace que
suelte una
risa y me mire divertido.
-Vaya no sabía que usted era tan
intrigosa
-Oh, soy mucho más intrigosa de lo
que usted imagina.- Digo, poniéndome de pie- ¿Y que tal si este
par de
intrigosos se va a la cama?- Él se pone de pie.
-¿No cambiarás de idea?
-Créeme que has tenido suerte
cuando he cambiado de idea sobre arrancarte un ojo. Además, el sofá
es cómodo
para dormir- Digo, mientras me meto en la cama. Suspiro de placer- Lo que daría
por
dormir siempre en una cama así de cómoda.
-Gracias, ahora mi sofá resulta
incluso más incómodo que antes.
-Te lo mereces por- un bostezo me
interrumpe- estúpido.
-Ya me he disculpado.
-No es suficiente- Cierro los
ojos. Oigo como suspira.
-Joder, las mujeres sois...
-Acaba la frase y duermes en el
pasillo- Digo y ni siquiera me molesto en abrir los ojos, pero me lo
imagino
poner esa mueca típica suya de ‘’he metido la pata’’.
-únicas, iba a decir únicas.- Me
contradice, intentando arreglar la frase anterior.
-Apaga las luces, anda.- Él se
queja, pero oigo que se levanta, que apaga las luces y vuelve a
tumbarse en el
sofá.
-Buenas noches- Murmura.
Y yo, sintiendo una calidez única
en el pecho, por sólo oírlo murmurar esas palabras que antes se me
hacía
extraño oír, respondo.
-Buenas noches.
=/=/=/=/=/=/=/=/
Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!
¿Que tal? ¡Yo bien! Y todo gracias a vuestro chocolate :3
En verdad estaba preocupada por no haber acutalizado antes, pero me habéis entendido y no me habeis asesinado por ello :D
Así que estoy muy contenta e inspirada, y he subido este capítulo. Os cuento:
Hoy hemos tenido dos exámenes y creo que me ha ido bien, así que al llegar a casa me he puesto a leer y he acabado un Fic que estaba leyendo.
Y ese fic me ha inspirado, y recordando vuestros comentarios, me he armado de energía y me he puesto a escribir :D
Y... seh, seguro que pensais que este capi está algo pervert.... ¡Pero que queréis! El fic que he leído estaba clasificado como M, así que...
había lemon.
Y..... ese ha sido el motivo de que ande tan pervertida y con las hormonas revolucionadas. Así que, aquí tenéis un capi bien calentito.
ewe ewe ewe ewe <------- (esta es mi carita pervert)
Naah, hoy no hay notas de autora, porque no sé que comentar sobre el capítulo, aunque sí que tengo que enseñaros algo.
La otra vez entre en una página para hacer tu personaje anime, y me puse a hacer a Sara. Y digamos que, una vez empecé no pude detenerme, e hice un gif con todas las fotos :D
Es un regalito para vosotros :33 No sé, quizá queréis tenerlo en vuestro ordenador o algo (? Aunque yo lo pondré en el blog, ya que me ha gustado como ha quedado :333
Arriba tenéis la pagina por si queréis hacer vuestro propio personaje :D
Qué mas...
Ah, he puesto una encuesta. Es simplemente para ver que os parece la historia (además de que quería poner el gadget de encuesta y no sabía que pregunta poner) Así que, si queréis, votad :P
Y.... bueno, creo que es todo.
¡NO! ¡Ahora recuerdo!
En la entrada anterior dije que había algo importante, y es que he pensado en hacer reseñas. Es decir, últimamente ando leyendo muchos libros que me están encantando, y ya que en muchos blogs hay todo tipo de reseñas, quería ser especial (?
No sé, ¿Qué os parece la idea?
Creo que es una forma para conozcáis un poco mejor mis gustos ;P
Gracias por leer, por darle +1, por comentar, por haceros seguidores, y ¡por compartir! Sabéis que me hace muy felices que leáis la historia C':
Y ahora, sin nada más que comentar, me despido ;P
Bsos & Salu2!! ^^
PD: Sólo diré que me gustaría una tableta.
Una tableta.
De chocolate.
Oh, sí, chocolate.
¿O ahora piensas en otro tipo de tableta?
ewe